IMPERMEABILIDAD

La impermeabilidad 

Puede definirse como la dificultad para que un líquido o un gas lo atraviese. Los factores de los que depende esta impermeabilidad son, por tanto, el volumen, la distribución, el tamaño de los poros y la interconexión de los mismos.

Por ello, el agua es una de las sustancias agresivas más importantes en la construcción. La presencia de humedad en los edificios provoca el deterioro, tanto de los elementos estructurales como de los más expuestos (cubierta, fachadas, etc.).

Efectos del deterioro del agua

En el caso de las obras de construcción de elementos de contención (presas, depósitos, balsas, etc.) o de circulación de agua (canales, zanjas, tuberías, alcantarillas), es evidente la necesidad de proteger los materiales de la degradación, para evitar las pérdidas a través de ellos y cualquier contaminación del agua desde los elementos estructurales.

En la construcción, los fallos de impermeabilización, como las filtraciones de agua, la humedad provocada por el nivel freático, son un hecho relativamente frecuente,

La humedad de la capa freática, las filtraciones en las paredes del sótano, las juntas frías, etc., causan problemas para el edificio y su durabilidad.

Para garantizar la durabilidad de un edificio, es importante conseguir el mejor aislamiento posible del agua. En el caso del hormigón, por ejemplo, la mayoría de los ataques se deben a fenómenos relacionados con el agua. El efecto dañino puede ser directo, como las heladas y el deshielo, o indirecto, como la corrosión, en la que se produce un ataque químico a partir de sustancias disueltas en el agua.




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